Hablar de la administración de finanzas personales con nuestra pareja es un tema fundamental no solo para la consolidación de un futuro económico sostenible, sino también para el desarrollo de la relación.
De acuerdo con una encuesta de Mutual Northwstern y The Knot, un 82% de las parejas recién casadas dicen sentirse más cerca una vez que están de acuerdo en torno a temas financieros. Sin embargo, la misma encuesta también reveló que solo un 37% de las parejas hablaba de sus finanzas una vez al mes.
- Hablar del tema en un ambiente agradable
Hablar de finanzas personales con nuestra pareja no tiene que ser incómodo ni verse como una tarea. Es importante encontrar espacios agradables y relajados para discutir estos temas, una manera fácil de lograrlo es tratar estas conversaciones como si fueran una cita. Preparar una cena, fijar un horario que funcione para los dos, estas consideraciones crearan un ambiente óptimo para discutir cualquier tema financiero.
- Alinear las finanzas con metas o sueños
Ahora bien, por más agradable que sea el ambiente en el cual se discuta sobre finanzas, siempre es recomendable empezar la conversación en torno a metas o sueños. De esta manera, es más fácil para la otra persona empatizar y entender el por qué detrás de las decisiones financieras que se tomen.
- Definir personalidades financieras
Una vez que se tengan claras las intenciones de los dos, es fundamental conocerse financieramente. Llegar a conocer la personalidad financiera de nuestra pareja nos puede dar más claridad sobre sus planes a futuro, postura sobre temas como inversiones o hipotecas y mucho más. Esto se puede definir teniendo en cuenta la manera en que cada uno gasta, ahorra e invierte su dinero.
- Armar un presupuesto
Al obtener claridad sobre las necesidades y expectativas financieras de nuestra pareja, es momento de armar un presupuesto en conjunto. Existen dos maneras en la cual podemos repartir las obligaciones y pagos dependiendo del contexto y realidad financiera de cada uno.
- Finanzas juntas y revueltas. En este caso todo lo que gane cada parte va a ser integrado en una cuenta conjunta y se va a gastar según el presupuesto que hicieron. Esta forma de llevar las finanzas es ideal cuando se trata de una relación a largo plazo. Es importante que este presupuesto incluya: todos los gastos, ahorros, deudas adquiridas en conjunto, tanto como por separado y gastos libres.
- Repartir las obligaciones. La segunda opción se basa en repartir los gastos conjuntos y que cada parte aporte por separado. Si tienen ingresos similares, se recomienda dividir mitad/mitad, ósea 50% cada uno. Si los ingresos son muy distintos lo más recomendable es hacerlo de manera proporcional. Por ejemplo, si uno gana 800 y el otro 200, esa persona va a pagar el 80% de los gastos en conjunto y la otra el 20%. Para realizar este presupuesto se deben incluir solamente los gastos en conjunto, al menos un ahorro en conjunto, un sueño que los motive a los dos y el pago de las deudas en conjunto solamente.
Es muy importante recalcar que si se está en una situación donde alguna de las dos partes está a cargo del hogar y no tiene salario, el presupuesto debe mantenerse equitativo, dándole la opción a ambas personas de ser responsables del control de los gastos.
- Respeto y Comprensión
Finalmente, es necesario tener presente que a pesar de conocer las expectativas de nuestra pareja y armar un plan en conjunto, pueden surgir imprevistos o cambios de parecer en el camino. Es importante respetar el punto de vista de la pareja, sin importar cuánto aporte a las finanzas de hogar, y llegar a acuerdos que busquen el beneficio económico de la unión.
Con estos consejos pueden asegurar el buen manejo de las finanzas personales y del hogar, debido a que es un factor clave para fortalecer la intimidad en una pareja y asegurar una sana convivencia.
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