Septiembre es uno de los meses más óptimos para comenzar a ahorrar, ya que representa el fin del verano y el preámbulo para los gastos de fin de año. Aunque aún faltan semanas para que llegue la Navidad, los expertos recomiendan acumular dinero lo más rápido posible y evitar las deudas.
En ese sentido, siempre se ha hablado de la importancia de ahorrar para la vida. De hecho, Bussines Insider dice que hay que aprender a planificar las finanzas desde antes y, para ello, lo más opcional es elaborando un presupuesto.
Las características que comparten los conocedores del tema para el presupuesto es que debe ser “integral, organizado, detallado y personalizado, que garantice alcanzar las metas determinadas previamente”.
No obstante, no a todas las personas les sirve la estrategia presupuestal, así que buscan otras opciones y una de ellas es el denominado ‘ayuno financiero’.
Teniendo en cuenta datos compartidos por el portal Uppers, el ayuno financiero plantea que la persona debe estar por 21 días bajo un estricto control de los ingresos y las salidas que se dan en la cuenta bancaria de cada sujeto.
En otras palabras, en esas tres semanas no se puede hacer una compra que no cubra una necesidad importante, según la autora del método, la escritora y periodista de finanzas personales Michelle Singletary.
Para la especialista, se debe considerar esta práctica como una estrategia de ahorro puntual, la cual, debido a los movimientos económicos que se presentan hoy en día, se puede hacer frente a la inflación que provoca los altos precios, principalmente los de los alimentos.
“Durante los 21 días de dieta económica hay que limitarse a gastar lo mínimo para sobrevivir (comida, farmacia, colegios…), eliminando todo tipo de gastos superfluos e innecesarios”, publicó el citado portal español.
Por otro lado, en la lista de lo que no se puede invertir en ayuno financiero se encuentra nada de bares, restaurantes, peluquerías o ropa. Sin embargo, aunque es una técnica recomendada, no tiene sentido que haya una prolongación de la misma, puesto que Singletary considera que el objetivo del ayuno económico no es dejar de disfrutar de la moneda de cambio.
Así las cosas, los especialistas en ahorro e inversión de la sección española de Dinero señalan que para embarcarse en este tipo de acción financiera se debe seguir una serie de normas, como:
- Calendario de tres semanas: el tiempo que se recomienda son 21 días, si es menos existe la posibilidad de que el ahorro no sea tan significativo.
- Llevar un diario de gastos: anotar los gastos del mes anterior y los del mes de ayuno, para realizar una comparación o una especie de “radiografía económica personal que identifica lo básico y lo necesario”, según Uppers.
- Pagos en efectivo: no hay que utilizar tarjetas durante los 21 días, así se genera más conciencia de la cantidad de dinero que se entrega en una compra necesaria.
- Solo lo imprescindible: la autora del método establece que esto es una cuestión de toma de decisiones, por lo que hay que ser estrictos eligiendo lo que es necesario para “sobrevivir” y opacando los “caprichos”.
- Círculo cercano: exponer la situación a los amigos y familiares para que no hagan caer la rutina de los 21 días.
Algunos especialistas destacan que el ayuno financiero tiene ventajas como generar más consciencia de lo que se gasta por tres semanas.
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